Señales del camino es una antología de poesía que contiene una muestra de textos seleccionados de cuatro libros publicados, que en su día de suerte recibieron premio nacional de poesía, estos son: Itinerario del exiliado, Militante sin reino, El gesto de la huella y Solar del desterrado; y de uno inédito y en proceso de escritura titulado Travesía de la noche. Fue publicada en 2013, en Bogotá, por la Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Literatura, en una colección llamada Viernes de Poesía, correspondiente a un programa homónimo que ofrece al público recitales y actos culturales de lanzamiento de las obras publicadas.La antología es una muestra mínima de la obra poética del autor, dada su reducida extensión, e incluye temas, provenientes de los poemarios mencionados, como la sensación de desarraigo del hombre moderno, la soledad irremediable en medio del hormiguero humano, el aire del miedo y el ambiente hostil de esa tierra de nadie que es la ciudad; los pueblos fantasmas, la patria perdida de la infancia, la ilusión devastada de la vida y los amores tristes que los desterrados llevan como un lastre en el corazón; la memoria arrasada por las fugas y las ausencias, la nostalgia de la casa y el hogar que persigue a los sobrevivientes que huyen de la miseria violenta, el desamor y la guerra.La mayoría de los poemas, escritos en diferentes épocas de la vida creativa del autor, son breves y expresan, con un tono escéptico que mezcla desolación y rebeldía, una visión dolorosa y un sentido profundamente crítico del mundo de la vida humana signada por el egoísmo, la injusticia, la exclusión social y la depredación brutal del capitalismo. No obstante la pesadilla del sufrimiento, el desencanto de la inocencia y la ruina de las ilusiones, en estas versiones poéticas subyacen, en un trasfondo imaginario, la asechanza del amor y la amenaza luminosa de la esperanza de redención del ser humano en el reino de este mundo.Más que una necesidad de liberación espiritual, de traspasar los muros del silencio y huir de la soledad cósmica, y de expresar sus visiones, sueños, anhelos, terrores y utopías, quizás el poeta persigue lo imposible: sembrar en los corazones y la mente de sus lectores la semilla de la rebelión contra la miseria humana, el ideal de la lucha, a través de la belleza y el horror, contra la insignificancia, la fragilidad, la fugacidad y el sinsentido de la vida; y el compromiso de combatir el olvido y la muerte y dejar un testimonio de la grandeza de alma de la especie humana, su sed de infinito y su ambición de eternidad.